Monday, May 22, 2017

Los ciclistas primordiales

Una de las principales ventajas de transportarse en bicicleta es la oportunidad que se tiene todos los días de ver la ciudad y su gente de una manera diferente, más pausada, sin el estrés del tráfico. Esto hace que el viaje en bici sea aun más divertido.

En ciertas zonas de la ciudad, como el centro y los barrios industriales y comerciales, es común encontrarse con personajes que desde hace décadas saben lo que otros apenas estamos (re)descubriendo: que la bicicleta es el vehículo urbano ideal y más versátil.

Estos son los ciclistas primordiales. Para quienes la bicicleta no es solo su medio de transporte, sino su herramienta de trabajo, y en lugar de ir en ella al trabajo, van todo el día en ella trabajando.

El vendedor de jugos. 

Sea avena, salpicón o guanabanol, todavía ruedan por la ciudad los vendedores de jugo. Muchos los recordamos estacionados a la salida de nuestro colegio junto con los vendedores de mango, raspao, algodón de azucar y demás, aunque sospecho que la mayoría se cansaron de que los curas, monjas y profesores los echaran todo el tiempo por el miedo de ser una fachada para venderles drogas a los niños. Su herramienta de trabajo es lo más cercano que he tenemos a una Bakfiets, y prueba de que ninguna bicicleta es muy pesada para navegar nuestra topografía local.

El mandadero.

En Medellín no hay (yo al menos no los he visto, aunque creo que es solo cuestión de tiempo para que aparezcan) mensajeros en fixies o bicicletas de pista. Aquí los mensajeros van en moto, pero los mandados sí se hacen en bicicleta, casi siempre bicis de carga, y en realidad la diferencia no es mucha porque también tienen siempre un solo piñón. Casi siempre tripuladas por mecánicos llevando repuestos, o mensajeros llevando cajas de gaseosa, es también cuestión de tiempo para que a medida que más gente usa la bici empiecen a llamarlas cargo bikes, y me pregunto qué tan diferente puede ser andar en una de estas a comparación de las que venden en Europa o Estados Unidos y que cuestan miles de dólares.

El obrero

A pesar de realizar trabajos físicamente demandantes en su jornada, algunos optan por ir a la obra en bicicleta para ahorrar el subsidio de transporte y poderlo dedicar a otros gastos en lugar de pagar el bus o la cuota de la moto. Casi siempre en bicicletas de montaña viejas (en algunos casos hasta de doble suspensión), aunque ocasionalmente en bicis de ruta clásicas, e incluso de bmx (antes de Mariana Pajón todos les decíamos "bicicrós" -bici cross-, pero no creo que ya nadie se atreva a llamar así a la bicicleta de una campeona olímpica) son muestra de que cualquier bicicleta es buena y útil para moverse por la ciudad de manera ágil y eficiente.

Es común encontrárselos en la calle, y supongo que son algunos de los más beneficiados por las ciclorutas.

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